Por Sebastián De San Martino
Buenos Aires | 13.11.10 | La Tercera Voz
Han pasado más de dos semanas desde el repentino fallecimiento del Doctor Néstor Carlos Kirchner, quien era el personaje más importante de la política nacional actual. En este transcurso mucho se ha especulado sobre el futuro de este gobierno y la continuidad de la Era K, obviamente yo no quedé afuera. ¿Continuará el régimen K? ¿Cómo queda el escenario político luego del deceso de Kirchner? Estas son algunas de las preguntas que intentaré dar respuesta.
Kirchner era indudablemente la persona que aglutinaba a muchos sectores del Partido Justicialista, la CGT, muchas de las Organizaciones Sociales, y varios sectores empresariales e industriales, dentro del espacio que creó para las elecciones de 2003, Frente Para la Victoria, actualmente Frente Justicialista Para la Victoria. Muerto Néstor, es menester de este gobierno tratar de mantener dentro del corral a todos ellos, cosa que a este gobierno le va a costar por culpa de todas las aspiraciones políticas que tienen cada uno de los actores de esos sectores. Estas aspiraciones políticas no es que aparecen ahora, siempre estuvieron, pero es ahora cuando la oportunidad existe ya que falta hacer la fórmula que aspirará a gobernar el país hasta el 2015.
La mayoría, por no decir todos los analistas políticos, concluyen que Cristina Fernández, actual Presidente de la Nación, será quien encabece la formula en vistas del 2011, pero ¿Quién la acompañará? Alguien que ha estado probando estas dos semanas es Hugo Moyano, actual líder de la CGT, pero el incluirlo a él sería solo tener asegurado el voto de los sindicalistas, pero perder el voto del grueso de la población que lo desprecia por la poca predisposición a luchar por los derechos que el menemismo les quitó, y que solo luche por el Sindicato de Camioneros (que cuenta con uno de los mejores salarios del país). Pareciera que Moyano, sabe que no puede pedir tanto como la vicepresidencia, por lo que al mismo tiempo juega a ganar la gobernatura de la Provincia de Buenos Aires, pero por las mismas causas que no puede ser vicepresidente, no puede ser Gobernador, lo que plantea que la Presidente debe decirle “no” a esas aspiraciones políticas del líder sindical, en lugar de ello se le ofrecerá una banca en diputados, o muy tal vez en senadores. El que Moyano tenga aspiraciones políticas y el que no las pueda cumplir lo convierte en la mayor adversidad del oficialismo, ya que una pelea con Moyano significa tener en contra a toda la masa sindical, que puede movilizarse y herir de muerte al Kirchnerismo.
Lo anterior no responde quien acompañará a Cristina en la cabeza del Poder Ejecutivo de la Nación, pero hace que nos preguntemos si puede ser Scioli, quien ya ha ocupado con algunos altibajos, pero con lealtad, el cargo durante la presidencia del fallecido Néstor Kirchner. Que Scioli ocupe la Vicepresidencia trae consigo más cosas malas que buenas. Lo bueno sería tener a alguien leal que se haga cargo del actualmente “traidor” Senado Nacional. Lo negativo sería perder a la única persona candidateable del kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires, lo que significa dejarla en manos de la oposición, por lo que Scioli queda relegado a “La Provincia”.
Sin Scioli pareciera que surge el nombre de Aníbal Fernández, pero este tiene el mejor sitio posible y uno de los más importantes luego de la vicepresidencia que es la Jefatura de Ministros, es el Mejor Jefe de Gabinete que puede tener el kirchnerismo. Después tenemos a Guillermo Moreno, un acérrimo kirchnerista que lo defiende tanto con palabras fuertes como con puños fuertes, y eso es lo que lo hace no candidateable. Luego tenemos a los Jefes de Bloque del kirchnerismo en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, especialmente, pero nuevamente son factores indispensables en el Congreso de la Nación para evitar cualquier libre pensamiento de los congresistas.
Esto nos hace reflexionar que Néstor tenía todo planeado, todo en perfecta armonía para presentarse en las elecciones del 2011, pero que su muerte inesperada crea una grave crisis en el Frente Justicialista Para la Victoria, que necesita cada vez con más urgencia un vicepresidente, pero uno que no repita el grave error que significó poner a Julio Cobos en ese cargo.
En el resto de los partidos se rediscuten las alianzas como método de unir fuerzas contra el kirchnerismo. La Unión Cívica Radical discute formar una alianza con el Socialismo, la izquierda trata de unirse para subsistir, la Coalición Cívica trata de recuperar a Carrió, el PRO sigue soñando con presentar a Macri, que ya no cuenta ni con el apoyo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y por último el Peronismo disidente trata de volver a unir a todo el peronismo tras la crisis que desata la situación del kirchnerismo. Este último punto puede llegar a ser la única salida que tiene la Presidente para ser reelecta y tener un vicepresidente, pero para ello deberá acordar compartir su poder, y con ello abandonar políticas insignia de su gestión.
En conclusión, unificar al Justicialismo será la última o única carta del kirchnerismo, ya que sacar a alguien de su puesto actual lo debilita en ese sector, e incluir a Moyano hace perder las elecciones en donde se presente, pero no tenerlo puede significar no contar con el apoyo de la masa sindical, un pilar importantísimo para la estabilidad de este gobierno que empieza a mostrar signos de debilidad cada vez más notorios.
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